



El Puerto no se vende: se defiende
Lo que sucede cada año en El Puerto durante la Motorada no tiene otro nombre: es una vergüenza.
Y lo digo sin rodeos, con la indignación de quien lo vive en primera persona. Durante ese fin de semana, el Ayuntamiento convierte nuestra ciudad en una ciudad sin ley. El caos se instala, el orden desaparece y los vecinos —nosotros— pasamos a ser ciudadanos de segunda.
Durante esos días, todo vale. Las motos invaden aceras, los coches aparcan donde quieren, el ruido no cesa ni de día ni de noche. Las familias no pueden salir con tranquilidad, los mayores no pueden dormir y muchos, simplemente, se encierran en casa esperando que pase la tormenta. ¿Y qué hace el Ayuntamiento? Nada. O peor aún: lo permite, lo tolera, lo facilita.
Pero lo más grave no es la dejación de funciones, sino el uso arbitrario de la fuerza. Porque cuando por fin aparece la policía, no lo hace para protegernos. Lo hace para cargar contra nosotros. Lo hemos visto: porras, empujones, violencia desmedida. Como si la ciudadanía fuera el enemigo. Como si defender el orden fuera sinónimo de sembrar el miedo.
¿A quién beneficia este desmadre? Porque está claro quiénes perdemos: los vecinos. Pero también está claro quién gana: el ocio nocturno, que hace su particular agosto en pleno abril. Cuanto más ruido, mejor. Cuanto más descontrol, más copas se sirven. Más ingresos. Más beneficios.
Y mientras tanto, el Ayuntamiento mira para otro lado. ¿Casualidad? No lo creo. Aquí hay intereses. Intereses económicos, intereses políticos. Porque en esta ciudad la ley solo se aplica al que no molesta. Al que no gasta. Al que no llena cajas registradoras.
Pues bien: ya basta. No vamos a seguir tragando con esta tomadura de pelo. No vamos a permitir que se pisoteen nuestros derechos para que unos pocos hagan caja a costa de nuestra tranquilidad. Exigimos una Motorada que respete, que conviva, que sume. No una que nos convierta en rehenes ni en víctimas de una fiesta que se ha convertido en jungla.
Desde esta tribuna exijo:
Investigación independiente sobre la actuación policial en la Motorada.
Dimisión inmediata de los responsables políticos.
Plan urgente de seguridad y convivencia con respeto, orden y dignidad.
No más ciudades sin ley. Queremos justicia para todos.
¡El Puerto no se vende, se defien
de!













