El Vaporcito
“¡Ay va la hostia! que se nos perdió de grupo Izaskun. Pues que poco esperan. Si sólo nos paramos un rato a tomar unos pintxos. Sabes que te digo, Maitechu, que casi mejor, porque yo al guía apenas le entendía. Y mira, compré una audioguía en la oficina de turismo. Escucha, estamos en el punto 4, junto al río. Lo pongo”.
Audioguía:
"Antiguamente, en la Edad Media, colocaban las cabezas de los enemigos a las puertas del castillo, ensartadas en estacas, como escarnio público y castigo ejemplar. Así vemos ahora los restos del famoso vaporcito de El Puerto, que derramaba alegría por la bahía, expuesto a los cuatro vientos y mostrando su osamenta como un elefante en su cementerio."
“Pero ¿de qué habla, Izaskun?”
“Pues ¿de qué va a ser? Será de ese caparazón de barco podrido y derruido".
“Pero ¡Qué burra eres, chica! Eso es como una escultura, pero de deconstrucción del barco, para entender el esfuerzo y el trabajo que hizo ese vaporcito".
“¡Aupa! ¿quién lo diría? Este va a ser el mismo que nos mostró el guía en el autobús cuando veníamos de Cádiz ¿recuerdas? En una rotonda. Parecía como un pin, un recortable, como un anuncio de concesionario, con sus luces de neón".
“Sí, recuerdo, ese es, que estaba conceptualizado”.
“¡Ay, Izaskun!, ¡Que bien hablas tú! ¿De dónde sacaste esas palabrejas tan técnicas?”.
“Pues chica, del taller de arte que hice el mes pasado en la kultur etxea”.
“Si lo destrozan, es deconstrucción y si le sacan el zumo como un limón, la esencia, nos dijeron, es conceptualizado”.
“¡Es fácil!”
“Pues vaya esencia. A mí no me gusta ni lo uno ni lo otro. Esto es un destrozo, que da pena verlo y lo otro, una horterada".
“¡Qué poco entiendes de arte, Maitechu, hija! Anda, pon la audioguía un rato a ver qué dice”.
Audioguía:
"Se puede deducir de estos restos, un mensaje muy nuestro, a todo el que quiera emprender nuevas aventuras: Non plus ultra. Mejor quédate donde estás".
“¡Ey, vaya mensaje, la alegría de la huerta!, anda Izaskun, vamos a preguntar a aquel paisano, que esto de la audioguía es un rollo”.
“Buenos días señor, ¿Podría explicarnos por qué han dejado estos restos de barco aquí?”.
“¡Ofu, tiene miga la cosa! Aquí hay un dicho que explica to esto. No preguntes por saber, que el tiempo te lo dirá. Pues este barco, el vaporcito del Puerto, va a tardar en retirarse más tiempo que el que tardó en llegar el barco del arroz. Pero como no estamos en los tiempos de la tía Norica, pos alguna reforma harán, porque dicen que El Puerto ya es una gran ciudad y nos van a hacer un Central Park en los pinares”.
“¡Ay, Izaskun, me cago en todo, que éste chochea, que es peor que el guía, le entiendo aún menos!”
“Mira, allá va el grupo, vamos a pedirle un intérprete y que nos devuelvan el dinero de la audioguía”.
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