Conocido con el sobrenombre del secuestrador de Montecanal.
La Policía Nacional ha detenido en El Puerto de Santa María a Julián David Gracia Gracia, conocido como el secuestrador de Montecanal, un hombre de 43 años con un extenso historial de violencia extrema y secuestros. Gracia, que había salido recientemente de la prisión Puerto III tras cumplir condena por agredir a su pareja en 2021, fue arrestado el pasado domingo en la calle Archivero Juan Cárdenas tras un intento de robo de motocicletas.
Un arresto violento en plena huida
Según fuentes policiales, el incidente comenzó cuando los agentes acudieron a un aviso por un posible robo en un garaje comunitario. Al llegar, localizaron al sospechoso, quien intentó escapar a pie desobedeciendo las órdenes de alto.
Durante la persecución, Gracia sacó un cúter que llevaba oculto y trató de agredir a los agentes, lanzando cortes al rostro y cuello de uno de ellos. Finalmente, fue reducido tras un forcejeo en el que un agente resultó herido y tuvo que recibir atención médica.
El detenido continuó mostrando una actitud agresiva tras su arresto, intentando atacar tanto a los policías como al personal sanitario del Hospital General Santa María del Puerto, donde fue trasladado debido a su estado de agitación. Posteriormente, fue puesto a disposición judicial, que ordenó su inmediato ingreso en prisión.
Un historial marcado por el secuestro y la violencia
Conocido principalmente por el secuestro de dos mujeres en Montecanal, Zaragoza, en el año 2000, Julián David Gracia Gracia lleva más de la mitad de su vida tras las rejas. A los 19 años, tras robar un coche, irrumpió en un chalet del barrio zaragozano, donde tomó como rehenes a dos mujeres. Insatisfecho con el botín, exigió al marido de una de las víctimas un rescate de dos millones de pesetas (12.000 euros). Por este delito, fue condenado a nueve años de prisión.
Desde entonces, Gracia apenas ha conocido la libertad. En 2021, fue nuevamente encarcelado tras propinar una brutal paliza a su pareja en una pensión de Zaragoza. Según testimonios del juicio, la víctima presentaba lesiones graves y había quedado atrapada en una habitación durante días, siendo los gritos y el llanto lo que llevó a los responsables del alojamiento a alertar a la Policía.
Además de sus antecedentes por secuestro y violencia de género, Gracia ha acumulado múltiples condenas por robos, agresiones y comportamiento violento dentro de las cárceles de Zuera, Daroca, Teixeiro y Puerto III. Incluso pasó casi dos décadas en régimen de aislamiento debido a su peligrosidad y comportamiento conflictivo.
Reconocimiento a los agentes
La Policía Nacional ha destacado la valentía de los agentes que participaron en su detención. "A pesar del riesgo para sus vidas, lograron neutralizar a un individuo extremadamente peligroso", señalan en un comunicado. Este suceso, añaden, refleja "la complejidad y los riesgos inherentes a la labor policial en la protección de la seguridad ciudadana".
El caso pone nuevamente el foco en la reincidencia de ciertos delincuentes peligrosos y en los desafíos que enfrentan las fuerzas de seguridad en su labor diaria.
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