Devoción marinera en el corazón de El Puerto

Cofrade17/07/2025Luis Miguel MoralesLuis Miguel Morales
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El Puerto se vuelca con su Virgen del Carmen.FOTO: L.M.M.

La Virgen del Carmen volvió a reinar en El Puerto de Santa María. Lo hizo, como cada 16 de julio, sobre tierra y sobre agua, envuelta en un fervor que trasciende el tiempo, entre la solemnidad de la tradición y la emoción colectiva de un pueblo que nunca deja de mirar al mar.

Desde primeras horas de la tarde, los alrededores de la parroquia del Carmen y San Marcos se convirtieron en el epicentro de una de las celebraciones más arraigadas del calendario portuense. La imagen de la Virgen, Patrona del Mar, inició su recorrido procesional entre aplausos, vivas y oraciones, acompañada por una multitud que desafió el calor para seguir sus pasos por las calles del centro histórico.

El cortejo, que avanzó al compás de marchas procesionales, tuvo este año un marcado carácter espiritual, con paradas emotivas ante las comunidades religiosas de las Carmelitas y las Concepcionistas, así como ante la Casa de Hermandad del Dolor. Gestos que hablan de vínculos profundos entre instituciones y devociones que se sostienen unas a otras en el tejido religioso de la ciudad.

Uno de los momentos más esperados volvió a vivirse a orillas del Guadalete, cuando la Virgen embarcada desde el muelle se encontró con la que avanzaba por tierra. Una cita con el simbolismo y el arraigo, envuelta en el estruendo de los cohetes, el ondear de las banderas en los barcos engalanados y la emoción de los presentes. El río se convirtió de nuevo en espejo de fe, reflejando no solo la imagen de la Virgen, sino también la identidad marinera de toda una ciudad.

La procesión de este año dejó también una estampa inédita gracias a una modificación en el recorrido: el paso por la plaza del Polvorista ofreció una imagen distinta, renovada, del cortejo en su itinerario habitual. Este giro inesperado del camino sirvió para reforzar la conexión entre la devoción y el entorno histórico del casco antiguo, regalando escenas cargadas de belleza y simbolismo.

La Hermandad de la Virgen del Carmen, presidida por Mar Vázquez, ha reforzado este año su apuesta por la participación activa, especialmente de los más jóvenes. Son ellos quienes, con paso firme y mirada ilusionada, empiezan a asumir el testigo de una tradición que no se hereda solo en imágenes, sino en vivencias compartidas, en promesas cumplidas y en emociones transmitidas con el ejemplo.

La Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento de El Puerto también ha contribuido al realce de la jornada, embelleciendo la fachada del templo y su entorno con exornos florales, conscientes de que el contexto urbano también debe rendirse a la belleza de una festividad que moviliza a miles.

Desde las cornetas que rompieron el silencio de la tarde hasta las últimas notas de la recogida, El Puerto se volcó con su Virgen del Carmen en una muestra de fe, memoria y esperanza. Una manifestación popular que no es ajena al paso del tiempo, pero que sigue creciendo, adaptándose y manteniéndose viva en cada rincón del municipio.

El 16 de julio no es solo una fecha. Es una cita con la historia, con la emoción colectiva de un pueblo que reza navegando y camina rezando. La Virgen del Carmen procesiona una vez al año, sí. Pero vive todo el año en las casas, en los barcos, en las redes de los pescadores, en los escapularios de las abuelas, en los altares improvisados del barrio. Vive en la certeza de que, mientras haya puerto, habrá devoción. Y mientras Ella pase, El Puerto la seguirá.

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