



Más de cuarenta personas participaron este jueves en la segunda edición del Jane’s Walk celebrado en El Puerto de Santa María, un paseo urbano con enfoque crítico que recorrió durante más de dos horas los barrios de Crevillet, La Gobernadora y Malacara. La iniciativa, enmarcada en el movimiento internacional inspirado por la urbanista Jane Jacobs, propuso una lectura colectiva del territorio basada en la memoria vecinal, el conocimiento académico y la reflexión política sobre el modelo de ciudad.
El recorrido partió de la Plaza de la Noria con una introducción a cargo de Alan Raposo, experto en caminabilidad y miembro de Ecologistas en Acción y la asociación peatonal La Zancada. Le acompañaron la arquitecta María Murillo, el ingeniero Jorge Delgado y representantes vecinales de las asociaciones de La Gobernadora y Malacara – El Pinar. A través de diferentes paradas, el grupo analizó la evolución urbanística de esta zona de El Puerto desde mediados del siglo XX, con especial atención a los efectos del éxodo rural, el crecimiento periférico y la convivencia entre urbanismo planificado y autoconstrucción.
Uno de los ejes principales fue la crítica a la excesiva dependencia del coche y la zonificación que margina a quienes caminan o no pueden conducir. Según los ponentes, más del 70% del espacio urbano está destinado al vehículo privado, pese a que la mayoría de desplazamientos se hacen a pie. Se reivindicó un modelo de ciudad más inclusivo, con sombra, bancos, arbolado y comercio de proximidad, denunciando la falta de espacios verdes y las desigualdades en el acceso a servicios básicos.
Durante el paseo se recordaron citas de Jane Jacobs en enclaves como la plaza frente al centro de mayores o la calle José Huertas Perdigones, conectándolas con la realidad local: comercios históricos, espacios públicos deteriorados o plazas reconvertidas por la acción vecinal. En la Plaza Dr. Agustín Fernández, la asociación ARBA realizó una plantación simbólica de romero, mientras se explicaba la recuperación de zonas ajardinadas por parte del vecindario.
La caminata también sirvió para poner en valor la memoria obrera y bodeguera de Malacara y su entorno, con paradas en lugares como el antiguo emplazamiento de la bodega Miguel Gómez. Se abordó la pérdida del patrimonio material e inmaterial en procesos de expansión urbana y la necesidad de rescatar esa memoria como base para la identidad colectiva.
La última parada, en la Plaza Tina Aguinaco, fue especialmente crítica con la gestión municipal. Se denunció la exclusión vecinal en la planificación del parque infantil del barrio, un proyecto impulsado finalmente gracias a la asociación Pueblo Nuevo. También se señaló el intento del Ayuntamiento de desalojar a la FLAVE de su local, interpretado como un ataque directo a las asociaciones vecinales. Además, se reivindicó la mejora de los entornos escolares en la zona, donde tres colegios públicos carecen de sombra y seguridad viaria.
El paseo concluyó con una invitación a continuar organizando espacios de participación y reflexión ciudadana. La próxima cita del Jane’s Walk en El Puerto tendrá lugar en septiembre y abordará el impacto de la turistificación en los barrios.













