Vecinas de Sudamérica alertan del riesgo de plagas e incendios por la "dejadez municipal"

La junta directiva de la Federación Local de Asociaciones Vecinales (Flave) ‘Sol y Mar’ ha visitado de nuevo la asociación vecinal de Sudamérica para conocer de primera mano el estado del barrio y actualizar sus reivindicaciones. El presidente de la Flave, José Rodríguez, estuvo acompañado por los responsables de las áreas de Mantenimiento Urbano, Medio Ambiente y Comunicación.

Durante el encuentro, la presidenta de la asociación vecinal, Carmen Ceballos, y varias vocales de su junta, trasladaron su preocupación por el grave abandono de la pista deportiva del barrio, muy deteriorada por la falta de mantenimiento. Denuncian porterías sueltas, agujeros en el suelo, vallas rotas, suciedad, maleza, pintadas y la ausencia de una puerta de acceso, entre otros desperfectos. A pesar de ello, la pista sigue siendo usada a diario por jóvenes del barrio y de otras zonas, lo que evidencia —según apuntan— la necesidad de invertir en su recuperación.

La Flave también ha podido constatar la escasa limpieza en la barriada. Las representantes vecinales aseguran que el barrendero no acude con la frecuencia necesaria, el desbroce brilla por su ausencia y las papeleras, además de escasas, no se vacían todos los días. Como ejemplo, señalan que la plaza de la asociación llevaba más de un año sin baldearse.

Otra de las peticiones vecinales pasa por intensificar las labores de fumigación. Recuerdan la plaga de pulgas sufrida el año pasado y alertan del riesgo de incendios por la acumulación de hierbas altas en zonas como Ximénez Tamplin o las inmediaciones de La Angelita Alta.

Entre los problemas de seguridad, destacan una poceta con la tapa hundida en la calle Acapulco, adoquines levantados por raíces en distintas vías y la falta de señalización para ordenar el tráfico. También denuncian el incivismo de quienes depositan enseres junto a los contenedores sin avisar al servicio de recogida.

Además, siguen sin resolver los problemas de suministro de agua en su local vecinal, un hecho que dificulta el desarrollo de sus actividades. Aun así, la asociación mantiene su dinamismo, organizando meriendas vecinales los viernes y otras iniciativas para fomentar la participación y atraer a nuevos socios.

Desde la Flave lamentan el abandono institucional que sufre el barrio y el silencio del equipo de Gobierno ante demandas reiteradas. La federación insiste en la importancia de que las asociaciones trasladen sus problemas para poder elevarlos públicamente, y anima a la junta de Sudamérica a seguir luchando por la dignidad de su entorno. La Flave reafirma su apoyo y se compromete a seguir visibilizando las carencias de un barrio que necesita respuestas urgentes.