La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas en El Puerto de Santa María tras sorprenderlas en plena noche manipulando 1.875 litros de gasolina en una calle residencial. El combustible, almacenado en decenas de garrafas, iba a ser presuntamente destinado al abastecimiento de embarcaciones semirrígidas vinculadas al narcotráfico, una práctica conocida como petaqueo.
La actuación se produjo el pasado día 18, después de que la Sala 091 alertara a varias patrullas de movimientos sospechosos en la calle Manta. A su llegada, los agentes localizaron una furgoneta blanca con el motor en marcha y las luces encendidas, rodeada por cuatro varones que cargaban recipientes de combustible.
Durante la intervención, los policías percibieron un intenso olor a gasolina, lo que motivó un registro de seguridad tanto de los individuos como del vehículo. En el cacheo, a uno de los detenidos se le intervino una navaja de 12 centímetros de hoja, pese a tener en vigor una prohibición judicial para la tenencia de armas.
En el interior de la furgoneta se hallaron 75 garrafas de 25 litros, un volumen que supera ampliamente cualquier uso doméstico y que, según subraya la Policía, suponía un riesgo real para la seguridad ciudadana. El vehículo estaba estacionado en una vía habitada y el combustible se encontraba almacenado en condiciones precarias, con el consiguiente peligro de incendio o explosión.
Ante la gravedad de la situación, los agentes trasladaron la furgoneta a dependencias policiales bajo estrictas medidas de seguridad y procedieron a la detención de los cuatro implicados, que quedaron a disposición judicial.
Balance anual contra el petaqueo
La Comisaría Local de El Puerto de Santa María–Puerto Real enmarca esta operación dentro de un año de “intensa lucha” contra el petaqueo. Solo en 2025 se han desarrollado siete operaciones específicas, con un resultado de 26 personas detenidas.
En el balance global, la Policía Nacional ha logrado retirar del circuito ilícito más de 112.000 litros de gasolina y ha intervenido más de 4.500 petacas, desmantelando así parte de la logística que sostiene el abastecimiento de las narcolanchas que operan en la costa gaditana.
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