



La plataforma ciudadana El Puerto para Vivir ha convocado una concentración para el próximo lunes 28 de julio, a las 20:30 horas, en el templete del Paseo de La Puntilla, ubicado sobre el aparcamiento de La Calita. La protesta pretende denunciar la proliferación de chiringuitos que, según el colectivo, operan como discotecas ilegales en Puerto Sherry, generando un modelo de ocio que consideran insostenible y perjudicial para el entorno natural y la calidad de vida de los vecinos.
Bajo el lema “El Puerto no se vende. El Puerto se defiende”, la plataforma reclama el cierre de estos establecimientos, a los que acusan de generar ruido constante, fomentar el turismo de borrachera y provocar la acumulación de basura y residuos en el pinar. Además, denuncian la existencia de licencias irregulares y advierten de la posible comisión de delitos urbanísticos.
El colectivo señala directamente al Ayuntamiento de El Puerto por lo que considera una "total permisividad" ante estas actividades, permitiendo que se vulneren normativas medioambientales, urbanísticas y de convivencia ciudadana. En este sentido, aseguran que estos negocios están desplazando a la población local de sus propias playas y barrios, alterando la tranquilidad de zonas residenciales colindantes.
“La ciudadanía tiene derecho a disfrutar de un entorno natural limpio, tranquilo y seguro. Este modelo de ocio nos expulsa y favorece un tipo de turismo que nada tiene que ver con una ciudad habitable y justa”, sostienen desde El Puerto para Vivir.
La convocatoria, que está siendo difundida activamente en redes sociales e invita a vecinos, colectivos y asociaciones a sumarse a la protesta, con la intención de visibilizar un conflicto urbano que ha ido en aumento durante los últimos veranos.
Desde la plataforma insisten en la necesidad de abrir un debate público sobre el modelo turístico y urbanístico de la ciudad, reclamando un giro hacia políticas que garanticen la sostenibilidad ambiental, la legalidad urbanística y el bienestar de los residentes.
La concentración del lunes busca, en definitiva, poner sobre la mesa la tensión creciente entre el desarrollo de actividades recreativas en la costa y la preservación del espacio público como lugar de convivencia, en un enclave tan sensible como la playa y el pinar que rodean Puerto Sherry.













