El corte al tráfico continúa generando críticas.
Resulta encomiable la diligencia en el actuar de la Comunidad de Propietarios de Vistahermosa, anticipándose y poniendo medios y remedios ad cautelam, para evitar o, al menos mitigar, el previsible aumento del flujo de tránsito rodado no deseable ni deseado, o acotando reservorios de espacios de aparcamiento para los copropietarios de tan exclusiva urbanización portuense.
La celeridad premeditada y sigilosa ejecución, se convierte en hecho consumado, ante la sorpresa de portuenses y foráneos, con la inacción e incompetencia de un Ayuntamiento, que, por acción, omisión o connivencia legítima, da carta de naturaleza a cualquier nueva limitación de ubicación o tránsito a quienes no tienen el privilegio de pertenecer a tan distinguida comunidad.
La Comunidad de Propietarios de Vistahermosa, al amparo del carácter “pseudo privado” de la Urbanización, de una parte, acomete deliberadamente el cierre y acotamiento de espacios para evitar el uso público a personas ajenas al complejo, sin pago de tasa alguna al municipio, amparados en que los viales no están cedidos al municipio; y, de otra parte, sí pide colaboración al municipio cuando sus redes de saneamiento y abastecimiento se han vuelto obsoletas y deficientes, y consigue que ejecuten obras de sustitución y reparación de esas instalaciones financiadas con dinero público en viales no cedidos, es decir, privados, como las del colector de la red de saneamiento que discurre por la avenida Eduardo y Felipe Osborne, cuya inversión llevada a cabo por Apemsa superó el millón de euros, el cual está siendo sufragado por los más de 70.000 usuarios de la empresa pública de agua quienes, paradójicamente, tienen restringido también el uso del aparcamiento acotado y el tránsito rodado por algunas de esas calles, que, como todas las demás de la urbanización, cuenta con redes de saneamiento y de abastecimiento de agua públicas, mantenidas y reparadas con dinero público.
La idílica tranquilidad de paso y tránsito de vehículos por la avenida del Club Mediterráneo, en cuasi letargo desde hace varias décadas, frecuentada por usuarios de la playa en época estival o algún que otro residente de Andalucía La Real que se resiste a transitar por el camino de Las Arenillas, se vislumbra inquietante ante las obras de ejecución de la promoción inmobiliaria que se está desarrollando en los antiguos terrenos del Club Mediterráneo.
Por ello, y como no hay mejor remedio que el parche previo al grano, con el debido sigilo, nocturnidad y alevosía, los copropietarios de Vistahermosa urdieron un ambicioso plan de trasvase y regaron de bolardos la entrada/salida de la vía, cual medida trumpista, para evitar que los nuevos propietarios/residentes del nuevo complejo urbanístico del Club Mediterráneo, los de Andalucía La Real o cualquier ciudadano portuense, pueda discurrir por la avenida del mismo nombre para dirigirse o regresar a la playa, o transitar por viales privados bajo los que se encuentran todo un entramado de servicios de titularidad pública, sin ni tan siquiera derecho de servidumbre y con mantenimiento de redes con cargo al erario público.
Así las cosas, el Excelentísimo Ayuntamiento, no solo no ha actuado requiriendo o retirando en ejecución subsidiaria los obstáculos en la vía, sino que, se dedica a arremeter contra el mensajero, perpetuando otra nueva bravuconada de la Comunidad de Propietarios de Vistahermosa, que cíclicamente nos regala a los portuenses con nuevos actos sectarios y limitativos de derechos de tránsito, amparados por la inoperancia e ineficacia más solemne de nuestro alcalde, de sus concejales, de sus asesores y de sus cargos de confianza.
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