La Federación Local de Asociaciones Vecinales (FLAVE), que agrupa a decenas de asociaciones de todos los barrios de El Puerto de Santa María, ha analizado los documentos de los presupuestos municipales y los considera poco desarrollados y poco definidos. Desde la perspectiva de los barrios, estos presupuestos no responden a las necesidades acumuladas de las zonas residenciales y periféricas, ni garantizan mejoras visibles en la vida cotidiana de la ciudadanía.
Aunque el presupuesto global alcanza los 111,6 millones de euros de gasto (sin consolidar con las empresas públicas), la distribución interna sigue reforzando el gasto corriente y administrativo, mientras persisten deficiencias históricas en movilidad, mantenimiento urbano, limpieza, transporte público, equipamientos de barrio y espacios de convivencia. Tras años de abandono, barrios como Sudamérica, Los Frailes, La Florida, Malacara–El Pinar, Las Nieves, El Tejar, Valdelagrana y los núcleos rurales siguen sin ver reflejadas sus necesidades. Además, se mezclan partidas de limpieza, paisajismo y mantenimiento básico con supuestas inversiones, lo que genera confusión sobre la verdadera asignación de recursos.
La FLAVE denuncia también la ausencia total de procesos participativos. Las asociaciones vecinales, que conocen de primera mano los problemas de accesibilidad, alumbrado, seguridad vial, transporte, equipamientos y deterioro urbano, no han sido consultadas en ningún momento. Una gobernanza eficiente requiere trabajar directamente con las asociaciones y con la ciudadanía, lo que permite detectar necesidades reales, reducir errores y gastos, aumentar la aceptación social de las actuaciones y fortalecer la cohesión y confianza en las instituciones. Fallos de este tipo se han repetido durante los siete años de Gobierno del actual equipo municipal.
Los municipios que escuchan a sus barrios diseñan políticas más eficientes y sostenibles. Sin embargo, El Puerto y su Equipo de Gobierno siguen ignorando el conocimiento social acumulado en sus asociaciones vecinales. El alcalde, Germán Beardo, llegó a afirmar que “tenemos la mayoría social” y añadió: “No tengo que preguntarles nada a tres dirigentes vecinales porque no nos van a condicionar”. La FLAVE considera estas palabras inaceptables y preocupantes, porque:
Desprecian la participación ciudadana organizada. La FLAVE representa a miles de vecinos y vecinas, no a “tres dirigentes”, y su trabajo voluntario aporta conocimiento fundamental para mejorar la ciudad.
Reflejan una concepción de gobernanza obsoleta. Los ayuntamientos que funcionan escuchan, debaten, incorporan críticas y construyen proyectos compartidos. Gobernar sin preguntar no es eficacia: es aislamiento político.
Por ello, la FLAVE exige una rectificación pública y recuerda que el movimiento vecinal no es un obstáculo, sino una garantía de equidad, transparencia y efectividad en la gestión municipal. La Federación continuará trabajando por los barrios de forma altruista, defendiendo el interés general, la mejora de los espacios urbanos y la participación de la ciudadanía.
Finalmente, la FLAVE reclama presupuestos que respondan a las necesidades reales de la ciudad y unas instituciones que respeten y escuchen a quienes viven, cuidan y sostienen los barrios de El Puerto.
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