Fuego, tradición y ambiente joven en Valdelagrana

Ni el poniente ni la inoportuna lluvia caída antes del encendido lograron desanimar a los cientos de personas que se dieron cita en Valdelagrana para recibir el verano al calor del fuego. La playa volvió a convertirse en epicentro de una de las noches más especiales del año, en la que tradición y ambiente festivo se dieron la mano.

En este primer gran día del verano, el paseo marítimo se llenó de vida. Viandantes de todas las edades aprovecharon los últimos rayos de sol para disfrutar de los puestos instalados a lo largo del paseo y sumarse a una cita ya consolidada en el calendario portuense. El ambiente, marcado por la expectación, se tiñó de ritual cuando decenas de jóvenes se acercaron a la arena con libros, apuntes y cuadernos dispuestos a ser consumidos por las llamas, simbolizando el cierre de una etapa de esfuerzo y estudio.

Con la hoguera como eje central de la celebración, la espera hasta la medianoche se convirtió en una velada compartida: bocadillos, bebidas, conversaciones y móviles en alto preparados para capturar el momento justo en que el fuego rompía la oscuridad. Más abrigados de lo habitual para estas fechas, los asistentes resistieron el viento y la humedad para mantener viva una de las tradiciones más queridas del verano portuense.

Valdelagrana sigue siendo, un año más, el corazón simbólico del inicio estival en El Puerto. La Noche de San Juan no solo encendió la arena, sino también las ganas de verano.

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