¿Logrará la Semana Santa esquivar las lluvias?

A un mes del inicio de la Semana Santa 2025, los cofrades siguen con creciente preocupación las previsiones meteorológicas. Tras la experiencia de la histórica Semana Santa del año pasado, cuando las lluvias arruinaron casi todas las procesiones, el temor a que el clima vuelva a jugar una mala pasada es palpable. Este año, la Cuaresma comenzó con lluvias el Miércoles de Ceniza, y el tradicional Vía Crucis cuaresmal portuense tuvo que trasladarse al interior de la Basílica debido al riesgo de mal tiempo. Ahora, con la primavera a la vuelta de la esquina y el mes de abril a la vista, la incertidumbre sobre las condiciones meteorológicas persiste.

Pronósticos a largo plazo: ¿un abril lluvioso?

Los primeros pronósticos, aunque todavía preliminares, indican que abril podría traer consigo una mayor cantidad de lluvia de lo habitual en algunas zonas del país, eso sí, lejos de Andalucía y de la provincia de Cádiz. En particular, el norte de España, incluidas áreas como Aragón, Navarra, La Rioja y el interior de Cataluña, podrían ver más precipitaciones de lo normal. En cambio, el sur de España parece que podría escapar de las lluvias más intensas. Sin embargo, la posibilidad de cielos nublados y lluvias leves durante los días principales de la Semana Santa sigue siendo una preocupación.

Según las cabañuelas, la segunda y tercera semana de abril —las que abarcan la Semana Santa— podrían ser especialmente inestables, con cielos mayormente nublados y posibilidad de lluvias ligeras. El mes, en general, cerrará con un tiempo más cambiante, con lluvias generalizadas que podrían afectar las procesiones.

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La meteorología en abril: el fenómeno de las lluvias primaverales

La razón detrás de las lluvias frecuentes en abril se encuentra en la disparidad de temperaturas entre la tierra y el mar. Durante este mes, la temperatura del mar sigue siendo baja, mientras que la temperatura terrestre se eleva con la llegada de los días más largos. Esta diferencia térmica genera la formación de nubes que propician lluvias típicas de la estación. De esta forma, las precipitaciones se convierten en un fenómeno común durante abril, especialmente en el sur de España.

El temor de los cofrades: incertidumbre hasta el último momento

Después de la devastadora Semana Santa del año pasado, los cofrades viven con el temor de que el mal tiempo vuelva a trastocar los actos religiosos. Aunque las previsiones para el mes de abril aún son inciertas, los datos actuales sugieren que el tiempo será variable, lo que mantiene en vilo a las hermandades. Con el inicio de la primavera y un mes de abril que históricamente es lluvioso, los cofrades deben esperar a las próximas semanas para ver cómo se concreta el pronóstico y si podrán llevar a cabo las procesiones como se espera.

En resumen, a pesar de las predicciones que apuntan a un mes de abril relativamente seco en el sur de España, la amenaza de lluvias ligeras y la inestabilidad atmosférica siguen siendo factores de riesgo. Los cofrades, mientras tanto, esperan con esperanza, aunque conscientes de que las condiciones climáticas pueden cambiar en cualquier momento.