El Ejecutivo de El Puerto tiene como propósito mejorar la calidad de vida de una población especialmente vulnerable gracias a la Ordenanza del Servicio Municipal de Ayuda a Domicilio que se somete a aprobación definitiva en el Pleno ordinario del mes, que tendrá lugar mañana 1 de septiembre desde las 09.00 horas.
La Ordenanza, que se eleva al Pleno tras pasar todos los procedimientos legales y administrativos y el pertinente periodo de consulta pública, aportará seguridad jurídica e información pública sobre la organización y funcionamiento del servicio, así como sobre el procedimiento para ser beneficiario y los derechos y obligaciones de la persona usuaria, por lo que “la aprobación supone un gran paso en el acercamiento de los servicios públicos municipales a la ciudadanía y un esfuerzo por mejorar la transparencia y la seguridad jurídica de una labor muy necesaria para el bienestar de los usuarios”.
Así, el equipo de Gobierno señala en un informe cómo el aumento demográfico debido al incremento de la esperanza de vida de las personas mayores y su deseo de permanecer en su entorno el mayor tiempo posible hacen necesario establecer recursos y servicios que les garanticen la mayor calidad de vida, aún en condiciones de discapacidad, dependencia y/o falta de apoyo sociofamiliar.
La Ordenanza del Servicio de Ayuda a Domicilio, incluido en el catálogo de prestaciones del Sistema Público de Servicios Sociales de Andalucía, tiene por objeto determinar los requisitos y condiciones de acceso de cara a atender las necesidades de la ciudadanía que presenta situaciones de dependencia, fragilidad o vulnerabilidad para desarrollar las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria y que quiere seguir residiendo en su entorno habitual, así como establecer el procedimiento para tramitar y adjudicar dichos servicios, determinando su intensidad y el régimen de incompatibilidades.
La norma elevada a Pleno consta de una exposición de motivos, 25 artículos, una Disposición Adicional y una Final, y tiene como objetivos mejorar la calidad de vida de las personas o grupos familiares con dificultades de autonomía, prevenir situaciones de necesidad y deterioro personal y social, promover la autonomía personal en el medio habitual, atendiendo las necesidades de las personas con dificultades para realizar las actividades básicas de la vida diaria, y posibilitar la integración en el medio de convivencia habitual, facilitando la independencia y previniendo el aislamiento y la soledad.
Además, de su espíritu se desprende la prevención y evitación del internamiento de las personas que, con este servicio, puedan permanecer en su medio habitual, para así complementar la labor de la familia cuando por motivos justificados no pueda realizar adecuadamente sus funciones de apoyo a la persona sujeto de atención y sustituir ocasionalmente al familiar que atiende a la persona con discapacidad (sustitución que debe estar motivada por una ausencia temporal justificada).