El turismo de borrachera comienza a ser un problema de inseguridad, molestias y mala imagen, como la que viene sufriendo buena parte de la población, reflejada en el vídeo en cuestión, que incluye una pelea.
Los vecinos se muestran preocupados y hartos ante los problemas que surgen con los gritos, peleas y suciedad hasta altas horas de la madrugada.
La falta de limpieza tras el abandono de vasos y botellas rotas también ha provocado que incluso personas y animales se hayan cortado con cristales arrojados al suelo.
Tal y como nos trasladan algunos de los vecinos de las calles más céntricas, entre la desesperación por la repetición de la misma situación todas las noches, hay quienes incluso amenazan a los vecinos tras censurar la situación creada.
"Nos amenazaron con subir a la casa o destrozarnos el coche como respuesta a nuestras quejas", nos relata un vecino cansado de las actuaciones con las que deben convivir cada noche.