La lucha contra el turismo intrusivo empieza a tomar cuerpo y forma, siguiendo el ejemplo de otras localidades que ya han comenzado a poner coto a la denominada "turistificación". El Puerto se suma a esta corriente, adoptando medidas para frenar los efectos negativos del turismo masivo.
La turistificación es el proceso mediante el cual un área, barrio o ciudad experimenta un cambio significativo debido al aumento del turismo. Este fenómeno puede tener varios efectos en el tejido comercial y social del lugar. A saber:
Cambios en el comercio local: Tiendas y negocios tradicionales pueden ser reemplazados por comercios orientados a los turistas, como hoteles, restaurantes y tiendas de souvenirs.
Aumento del costo de vida: La demanda de alojamiento y servicios puede elevar los precios de alquiler y productos básicos, dificultando la permanencia de los residentes locales.
Desplazamiento de residentes: Los habitantes originales pueden verse obligados a mudarse a otras áreas debido al incremento del costo de vida o por la conversión de viviendas en alojamientos turísticos.
Pérdida de identidad cultural: La autenticidad y las tradiciones locales pueden verse erosionadas por la necesidad de adaptarse a las expectativas y gustos de los turistas.
Saturación de infraestructuras: Un incremento masivo en el número de visitantes puede sobrecargar servicios públicos e infraestructuras, como el transporte, la limpieza y la seguridad.
En resumen, la turistificación describe cómo la afluencia de turistas puede transformar profundamente la dinámica y el carácter de un lugar, con tanto impactos positivos como negativos.
La manifestación se celebrará el sábado 20 de julio y comenzará en la Plaza de España a las 20.00 horas para recorrer las principales calles del centro y respaldada por varios colectivos entre los que se encuentra la Flave, Ecologistas en Acción y Amal Esperanza entre otras.