



El alcalde de El Puerto de Santa María, Germán Beardo, anuncia que el Ayuntamiento de El Puerto acometerá de manera subsidiaria la rehabilitación de la fachada del edificio situado en la calle Luja, esquina con Ribera del Río, una de las entradas naturales al centro histórico desde Pozos Dulces ante la inacción de los propietarios, que ha incumplido reiteradamente los requerimientos municipales de Disciplina Urbanística.
“Sobre la finca consta una orden de ejecución desde el año 2020, así como un procedimiento sancionador por desatenderla. A pesar de haberse impuesto hasta cinco multas coercitivas, el propietario no ha actuado, por lo que el Consistorio ha decretado la ejecución subsidiaria, como ya se advirtió en su momento”, señala la teniente de alcalde de Planificación, Ordenación Urbana y Casco Histórico, Danuxia Enciso.
El alcalde subraya que “cumplimos así el compromiso de actuar progresivamente donde no lo hagan los propietarios, con el objetivo de que no se siga deteriorando ni perdiendo el patrimonio del centro, sumando impulso en el avance imparable de la recuperación de la Ciudad de los Cien Palacios tanto por parte de la iniciativa privada como de la iniciativa pública”.
Desde el área de Infraestructura ya se ha iniciado el trámite de contratación de las obras, que incluirán la reparación y pintado de la fachada, respetando la estética y ornamentación original, de acuerdo con lo establecido en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico (PEPRICHYE).
Esta actuación se suma a la ejecutada en calle Ricardo Alcón número 3 y a la de la calle Espelete, tras el derrumbe en el interior del número 20, y se enmarca en el paquete de actuaciones que está llevando a cabo el gobierno municipal para revitalizar el centro histórico, proteger su patrimonio y poner fin a los espacios degradados. Se sigue trabajando en nuevos expedientes disciplinarios sobre inmuebles deteriorados en el casco histórico.
Beardo ha sido claro al afirmar que “el Ayuntamiento va a ser tajante en la protección del centro histórico, con mano firme frente a quienes no asumen su responsabilidad como propietarios. Esta intervención debe servir como aviso a quienes, pese a estar advertidos, aún no han adecentado como mínimo sus fachadas”.
Una vez finalizadas las obras, el coste de la intervención será repercutido al propietario, tal como establece la normativa vigente.







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