La junta directiva de la Federación Local de Asociaciones Vecinales (Flave) ‘Sol y Mar’ denuncia que el ascensor del centro de salud Pinillo Chico está averiado y que tanto el personal como los pacientes llevan casi dos meses esperando a que se remita un presupuesto para su reparación. La situación supone "una vergüenza", ya que, según el presidente de la federación, José Rodríguez, "la administración autonómica, la Junta de Andalucía, no se toma la prisa suficiente para resolver este problema, que afecta a tantos pacientes y usuarios".
Rodríguez, quien ha visitado el centro de salud para atender las reivindicaciones en materia sanitaria, añade que la federación considera que la Junta de Andalucía no se toma en serio la sanidad pública, a la que abandona constantemente.
Los problemas señalados incluyen la falta de médicos y profesionales, la escasez de medios materiales y equipos, los retrasos continuos en tratamientos, citas y atención a los enfermos, así como los cambios de citas que retrasan los diagnósticos de muchos portuenses. Además, la federación denuncia incidencias que se eternizan, como el caso del ascensor de Pinillo Chico, un ambulatorio muy visitado, no solo para consultas médicas, sino también para urgencias.
Rodríguez subraya lo lamentable que es que las personas con movilidad reducida o problemas para subir las escaleras lleven casi dos meses sin poder acceder al primer piso del ambulatorio. Otros pacientes, que no tienen opción de utilizar el ascensor, deben hacer un esfuerzo considerable para subir, y en los casos más extremos, son los propios profesionales quienes deben bajar para atenderles. Según la Flave, esta situación parece más propia de un país tercermundista que de una ciudad de más de 90.000 habitantes en un país del primer mundo.
El presidente de la Flave también considera que el objetivo de la Junta de Andalucía es provocar una degeneración de la sanidad pública, castigada constantemente desde que esta formación entró en el Gobierno, con el fin de favorecer la sanidad privada. Rodríguez afirma que no se puede permitir tal situación y hace un llamado a denunciar, pedir hojas de reclamaciones e incluso participar en movilizaciones para evitar que este tipo de problemas se repitan.
"No podemos mirar hacia otro lado mientras intentan destruir la sanidad pública. No lo podemos permitir, porque el sistema público de sanidad, educación, pensiones y bienestar social es algo que nos merecemos y que pagamos con nuestros impuestos", concluye.