Quinta intervención vecinal en Malacara

El Puerto25/06/2025RedacciónRedacción
Vecinas4
Los propios vecinos los que mantienen su barrio ante la dejadez municipal.

Vecinos de Malacara se movilizan para limpiar, pintar y revitalizar las plazas del barrio ante la falta de atención municipal

El abandono de los barrios periféricos de El Puerto de Santa María continúa generando respuestas vecinales espontáneas. Si hace unos días eran los vecinos de El Tejar quienes alzaban la voz por el deterioro de sus calles y zonas comunes, ahora es el barrio de Malacara el que vuelve a denunciar públicamente la situación de dejadez generalizada que sufren muchos núcleos residenciales del municipio.

En Malacara, el pasado fin de semana, un grupo de vecinas del entorno de la plazoleta Doctor Agustín Fernández decidió organizarse por su cuenta para limpiar, recoger basura y adecentar este espacio común, ante la inacción prolongada del Ayuntamiento. Armadas con escobas, recogedores y productos de limpieza traídos de sus propias casas, las vecinas intervinieron directamente sobre una zona que, según denuncian, “lleva años sin recibir atención municipal”.

IMG-20250623-WA0016Vecinos de El Tejar se organizan para limpiar y adecentar la Plaza de los Geranios

“Estamos hartas de ver la plazoleta llena de basura. No sabemos dónde va el dinero que pagamos a este Ayuntamiento. En la primera campaña de Germán Beardo vinieron por aquí a prometer, pero seis años después nuestro barrio está más abandonado que nunca”, lamenta una de las residentes.

La iniciativa no es puntual. El barrio de Malacara viene experimentando en los últimos meses un proceso de transformación impulsado desde los propios vecinos, canalizado a través de la Asociación de Vecinos Malacara–El Pinar. La entidad lleva meses desarrollando pequeñas intervenciones con recursos mínimos, recolectados entre los propios residentes. “Han tenido seis años y no han hecho nada. La paciencia se nos ha acabado”, aseguran desde la asociación. “Nos hemos organizado para pintar y plantar en los arriates porque nos merecemos vivir en un barrio digno”.

La acción realizada la pasada semana supuso la quinta intervención directa impulsada por el colectivo vecinal. Gracias a una colecta realizada piso a piso, se logró reunir el dinero necesario para adquirir pintura y materiales. Con ello, voluntarios del barrio adecentaron todos los arriates de la plazoleta, repintando los bordes, plantando nuevas especies y limpiando el entorno.

“Es increíble ver cómo se construye comunidad con tan poco”, valoran desde la asociación. “Aquí lo que se ha puesto en el centro es el bien común. Los vecinos se han activado, han conseguido recursos y se han coordinado sin necesidad de estructuras externas. Eso dice mucho del potencial que existe si se apuesta por la participación real”.

La repercusión de la iniciativa ha ido más allá del propio barrio. Un vídeo compartido en redes sociales por la asociación, en el que se muestra el antes y el después de la intervención, ha alcanzado más de 400.000 visualizaciones en pocos días. Un dato llamativo para tratarse de una entidad vecinal local.

Desde el colectivo se insiste en que la iniciativa no busca sustituir la responsabilidad de los servicios municipales, sino visibilizar tanto la falta de mantenimiento como las posibilidades que ofrece una verdadera participación ciudadana. “No se trata solo de denunciar el abandono institucional, sino de demostrar que otra ciudad es posible. Si se apostara por una implicación real de los vecinos en la toma de decisiones, podríamos tener barrios más cuidados, por mucho menos dinero”, aseguran.

En ese sentido, critican la gestión municipal de los recursos públicos destinados al mantenimiento urbano. “Cada año se destinan cantidades millonarias a pliegos de limpieza o paisajismo urbano que no se inspeccionan adecuadamente. Es evidente que no se está invirtiendo de manera eficiente. Por una fracción de ese gasto podríamos transformar completamente este barrio”, afirman.

Entre las propuestas que plantea la asociación figuran soluciones sencillas y de bajo coste, como la instalación de un grifo para el riego de plantas, la eliminación de lozas en desuso para generar zonas verdes o la creación de un pequeño vivero comunitario. “Pero nada de eso está en la agenda del Ayuntamiento. No les interesa fomentar el tejido vecinal ni la corresponsabilidad. Prefieren una gestión opaca, externalizada e ineficaz, sin canales reales de participación”.

El caso de Malacara se suma así a una creciente ola de organización ciudadana en distintos puntos de El Puerto, donde colectivos vecinales y residentes están optando por tomar la iniciativa ante lo que consideran un abandono histórico por parte de las administraciones. Mientras tanto, el equipo de Gobierno guarda silencio ante unas intervenciones que, lejos de ser simbólicas, están evidenciando las carencias estructurales del modelo actual de mantenimiento urbano.

Vecinas3

Te puede interesar
Lo más visto