La Iglesia Mayor Prioral de El Puerto de Santa María ha cerrado 2024 con importantes avances en su plan de conservación y restauración, reafirmando su compromiso con la preservación de este icónico templo, patrimonio histórico y cultural de la ciudad.
El 27 de noviembre, durante una inspección en la Puerta del Sol, se detectó el deterioro de la peana de ladrillo que sostiene la imagen de San Pablo. Ante el riesgo de desprendimiento, se solicitó la retirada urgente de la pieza, obteniendo la autorización de la Delegación de Cultura de Cádiz. La intervención se llevó a cabo el 27 de diciembre, garantizando la protección de la escultura, que ahora se encuentra en custodia en la iglesia a la espera de los trabajos de restauración que la devolverán a su ubicación original.
Simultáneamente, los trabajos arqueológicos en la fachada exterior que da a la Plaza de España avanzan como parte de los estudios previos a las próximas fases del proyecto de restauración. Durante estas investigaciones, se han realizado dos sondeos para analizar las cimentaciones de las capillas y los sistemas de desagüe. Como resultado, se ha descubierto un enterramiento en fosa simple de la época moderna, actualmente en proceso de análisis por parte de los arqueólogos, lo que aporta nuevos vestigios del entorno histórico de la iglesia.
Balance de 2024 y perspectivas para 2025
Este año, también se iniciaron las obras de restauración de la fachada en una primera fase que abarca las capillas orientadas hacia la Plaza de España y la calle San Sebastián. Estas tareas, que se encuentran en su fase final, se prevé que finalicen en enero de 2025.
A la par, ya se está trabajando en la redacción de la segunda fase del proyecto, a cargo de un equipo especializado. Los estudios científicos están siendo gestionados por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, que también apoyará la ejecución de los trabajos. Esta fase se centrará en la restauración de las fábricas exteriores, con el inicio de las obras previsto para el verano de 2025.
Los logros alcanzados hasta ahora son fruto del esfuerzo conjunto de la comunidad parroquial, las instituciones públicas y las entidades privadas, que han sido claves para el progreso de este ambicioso proyecto. Con estas bases firmemente establecidas, la Basílica Mayor Prioral afronta el futuro con el firme propósito de continuar con su recuperación integral, consolidándose como un espacio de fe, cultura y memoria histórica al servicio de la ciudad.