Dos años de sequía…

Nombrar la horca en casa del ahorcado siempre ha sido de muy mal gusto. Es como hablar de lluvia cuando la Semana Santa ya está aquí. Sé que necesitamos lluvia, así como más trabajo, viviendas, menos guerras y más felicidad. Entiendes a lo que me refiero, ¿verdad?

No debería ser que desear una cosa signifique ir en contra de la otra. Me informo, informo a otros y me enfado. ¿Y qué hago entonces? Pues lo mismo que si quiero disfrutar de mi Semana Santa y llueve. Esa dicotomía, por mucho que luchemos entre ellas, no cesará ni cambiará nada.

Si algo he aprendido es adaptarme a las circunstancias, a que el tiempo no marque lo que hago, ni por el frío, lluvia o viento. No vale la pena perder el tiempo frustrándose y quejándose. Bendita la Semana Santa y bendita la lluvia. Mi Semana Santa no entiende de tiempo, fechas ni horas. Es un Año Santo en bucle. Así que, si llueve, que llueva la Virgen de la Cueva.

Las predicciones están sujetas a tantos factores que preocuparse ahora por lo que sucederá el lunes es otra pérdida de tiempo. Esto es Cádiz, aquí hay que mirar y esperar. Los vientos, el estrecho, el Golfo... Que pase lo que Dios quiera. Mi Semana Santa la disfruto día a día. No entiende de sequías, partes, Apps ni historias.

Mi Pasión es así y no la cambio, pase el tiempo que pase.